miércoles, 20 de abril de 2011

OTOÑO DE PUNTA ALTA

Sentir el sol tibio
mientras me acurruco en mi camita.
Oír los pasos de mamá
 que viene a despertarme.
Hacerme la dormida
 sólo para que ella me despierte
 con un besito.
Decirlo que no quiero
 levantarme todavía
 para que me haga cosquillas.
Amada infancia,
 añorada inocencia.
Otoño de Punta Alta.
Y al mediodía,
 mamá cocinando
 y enseñándome a escribir
 mi nombre,
mientras esperamos a papá.
¡Cuánta dulzura!
¡Cuánto amor!
 Amada infancia,
añorada inocencia.
Otoño de mi Punta Alta.

2 comentarios:

  1. Yo quiero regresar a mi San Nicolás... pero comprendí que no existe el regreso.

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  2. Es muy triste no volver. Por eso mi mente se ocupa de regresarme cuando quiero. Nada impide esos regresos!

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