sábado, 21 de marzo de 2020

Diario de cuarentena


Sábado 21 de marzo, 20:15

Es el día seis del aislamiento y el segundo del aislamiento total. Hago lo mejor que puedo en estas circunstancias: salgo una sola vez al día para hacer compras (las mías y las de mi hermana que tiene a tres personas de riesgo); trabajo desde casa (doy clases vía internet: ese es otro capítulo); ya limpié toda la casa (no sé qué más puedo limpiar. Si hasta desalojé a todas las arañas de casa. Tal vez quede alguna en el porche de entrada, pero de mañana no pasa).
Me falta hacer ejercicio, eso sí. Y cortar el pasto (como me da mucha fiaca, siempre lo voy pateando. Otra vez, de mañana no pasa).
Lo que sí, tengo tiempo libre para pensar. Si antes pensar demasiado fue mi problema, calculá ahora.  Y llegué a algunas conclusiones, conociendo a esta humanidad:
1-       Cuando lleguemos a fin de año, conoceremos la estadística de divorcios. Es decir, luego de tanta convivencia 24/7, habrá matrimonios que se darán cuenta de que no se aguantan más. Y, sí.
2-       Cuando lleguemos a fin de año, conoceremos las estadísticas de nacimientos. Habrá un baby boom tipo noviembre – diciembre. Y ojalá no se le pongan nombres como “Corona virus” o “Covid”, porque sería el colmo.
3-       Cuando todos volvamos a la normalidad, es decir, volvamos a nuestros trabajos presenciales, nos daremos cuenta de lo que engordamos en la cuarentena. Estamos todo el día en casa y entre un mate y otro, le entramos a los biscochos. También tenemos más tiempo para cocinar (tengo, primera persona del singular, porque siempre cocino a las apuradas). Ahora, la comida me sale más rica. Encima no estoy entrenando… mal nos veo (Sí. Ví que cambio el vocativo a cada rato, pero esto es catarsis y digo “nos” porque “mal de muchos”… es mi consuelo).
4- Nadie lo dice, pero ¿se dieron cuenta de que los docentes se acomodaron a la situación casi de inmediato? Yo, por mi parte, ya dí clases vía internet. Creo que hay un antes y un después de esto. Ya se está demostrando que las clases no necesitan ser 100% presenciales. Y estuvimos al pie del cañón para oodernizarnos. Por lo menos esa es mi percepción. Si hasta creé un canal de youtube exclusivo para dar clases desde mi casa (donde monté un pequeño y humilde estudio de grabación) para grabar las explicaciones necesarias. Y pienso sacarle el jugo en estos días de aislamiento.
Creo, sinceramente, que este virus nos trae mucho miedo, es una crisis, pero como crisis también nos dá oportunidades. Hay que saber aprovecharlas, eso sí, sin salir de casa.