jueves, 13 de noviembre de 2014

¡Crash!


Cuando el corazón es bueno, el dolor es saludable.
El hombre es un aprendiz: el dolor es su eterno maestro.
 (Alfred de Musset)

Se rompe la amistad cuando la traición se atraviesa. Se rompió. ¡Crash!
Se parte en pedacitos los vidrios de la ventana aquella porque no soportó la presión del pelotazo infantil. Se partió. ¡Crash!
La que se quiebra no es la rama débil y enclenque sino la rama gruesa y fuerte. Esa se quebró. ¡Crash!
Se rompe el cristal delicado de la copa con que celebramos nuestro amor. Se rompió. ¡Crash!
Se quebró el espejo en el que nos mirábamos cada día condenándonos a más de siete años de desgracia. Se quebró. ¡Crash!
Se resquebrajó la imagen de tu amor en mis ojos y ya no está aquel brillo en mi mirada. ¡Crash!
Se perdió tu amor en la rutina y el hastío hasta que tropezó en la oscuridad y se partió. ¡Crash!

Se rompió el amor de cristal que una vez tuvimos y no hubo manera de arreglarlo. Se rompió. ¡Crash!