Sábado
21 de marzo, 20:15
Es
el día seis del aislamiento y el segundo del aislamiento total. Hago lo mejor
que puedo en estas circunstancias: salgo una sola vez al día para hacer compras
(las mías y las de mi hermana que tiene a tres personas de riesgo); trabajo
desde casa (doy clases vía internet: ese es otro capítulo); ya limpié toda la
casa (no sé qué más puedo limpiar. Si hasta desalojé a todas las arañas de
casa. Tal vez quede alguna en el porche de entrada, pero de mañana no pasa).
Me
falta hacer ejercicio, eso sí. Y cortar el pasto (como me da mucha fiaca,
siempre lo voy pateando. Otra vez, de mañana no pasa).
Lo
que sí, tengo tiempo libre para pensar. Si antes pensar demasiado fue mi
problema, calculá ahora. Y llegué a
algunas conclusiones, conociendo a esta humanidad:
1- Cuando lleguemos a fin de año,
conoceremos la estadística de divorcios. Es decir, luego de tanta convivencia
24/7, habrá matrimonios que se darán cuenta de que no se aguantan más. Y, sí.
2- Cuando lleguemos a fin de año,
conoceremos las estadísticas de nacimientos. Habrá un baby boom tipo noviembre – diciembre. Y ojalá no se le pongan
nombres como “Corona virus” o “Covid”, porque sería el colmo.
3- Cuando todos volvamos a la normalidad, es
decir, volvamos a nuestros trabajos presenciales, nos daremos cuenta de lo que
engordamos en la cuarentena. Estamos todo el día en casa y entre un mate y
otro, le entramos a los biscochos. También tenemos más tiempo para cocinar (tengo,
primera persona del singular, porque siempre cocino a las apuradas). Ahora, la comida
me sale más rica. Encima no estoy entrenando… mal nos veo (Sí. Ví que cambio el
vocativo a cada rato, pero esto es catarsis y digo “nos” porque “mal de muchos”…
es mi consuelo).
4-
Nadie lo dice, pero ¿se dieron cuenta de que los docentes se acomodaron a la
situación casi de inmediato? Yo, por mi parte, ya dí clases vía internet. Creo que
hay un antes y un después de esto. Ya se está demostrando que las clases no
necesitan ser 100% presenciales. Y estuvimos al pie del cañón para
oodernizarnos. Por lo menos esa es mi percepción. Si hasta creé un canal de
youtube exclusivo para dar clases desde mi casa (donde monté un pequeño y
humilde estudio de grabación) para grabar las explicaciones necesarias. Y pienso
sacarle el jugo en estos días de aislamiento.
Creo,
sinceramente, que este virus nos trae mucho miedo, es una crisis, pero como
crisis también nos dá oportunidades. Hay que saber aprovecharlas, eso sí, sin
salir de casa.
Excelente, como siempre. Un abrazo desde lejos, está vez, de verdad.
ResponderEliminarExcelente, como siempre. Un abrazo desde lejos, está vez, de verdad.
ResponderEliminarTu casa, y la de tu familia, nunca estuvo más lejos. Snif.
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