En la esquina
de mi ayer y mis anhelos
te encontré, radiante,
con tu sonrida de siempre.
Todavía no sé si es para mí,
pero disfruto mucho
de tu gesto amable.
Y me acompañás
tratando de que mis días
sean más livianos,
de que la carga sea menos.
Y hasta me doy permiso
para ilusionarme y soñar
que estás más de lo que estás.
Pero sólo hasta que
debo reconocer que no estás.
Y mi burbuja de felicidad
explota sin remedio.
Felicidad... Ser felices..
Eso que todos intentamos
y que los otros logran.
Mmm... muy bueno.
ResponderEliminarPero la felicidad la logran otros.. pero también nosotros. No es un destino, es rebuscarnosla en el camino.