Harta ya de estar harta
y de dormir abrazando mis ilusiones,
convoco al espíritu bravío
de la indiferencia.
La misma que vos tenés para mí.
divago buscando
refugios subterráneos
en el intricado lugar
de lo no sucedido,
te conjuto
a dejar de hacerme sufrir.
Tus excusas
no son creídas.
Tu cariño
no se ve.
Tu amor brilla
en el espacio de tu ausencia.
Calan hondo
los recuerdos felices
contrastando mi amargura.
Quema el maquillaje de felicidad
sobre el rostro gris.
Arde la piel
que no siente el roce
de tu mano amiga.
Se estruja el corazón
recordando lo que fue,
extrañando lo que no es
e imaginando lo que no será más.
Este me gustó mucho... es desgarrador.
ResponderEliminarAah? no sabía de esto Vero, me gusta mucho lo que escribís. Ahora entiendo porque siempre el mismo saludito al final de cada comentario. Un fuerte abrazo!!!
ResponderEliminarPabna Cemor: gracias!
ResponderEliminarCapitán: se aprecia la opinión (y los hay peores).
Abrazo desenfocado!