miércoles, 27 de julio de 2011

CAMARADAS

Cae una lágrima,
 mi corazón llora
al pensar en dejarlos.
Pero la vida continúa
 y yo soy vida también,
 y sigo en el camino.
Lloro ante la incertidumbre
 que me da el mañana.
Siento un vacío
 en mi interior.
Quisiera que nunca acabara,
 pero eso es imposible.
Todo lo bueno
tiene un final.
Y aunque me duela,
 y sepa que voy a llorar,
 no tengo más que
agradecerles a
mis compañeros,
 los que me acompañaron
 éstos años, mis amigos
 y decirles que
 los quiero mucho
 y que, también los voy a extrañar.
Cada uno seguirá
 su propio camino,
el que la vida le delineó.
Cada uno se aferrará
 a su destino.


(Escrito el 29 de septiembre de 1989, cuando iba cayendo en la cuenta de que estaba terminando el Colegio Secundario. Y con mucho cariño a los compañeros de esos gloriosos años con quienes nos vamos reencontrando de a poco).


1 comentario:

  1. El Face es una herramienta increíble para este tipo de reencuentros...
    Creo que los amigos del secundario serán siempre especiales a cualquier otro amigo.. Pasa que ellos fueron los que crecieron con nosotros y entendieron la vida en el mismo contexto que nosotros... Son el descanso de la vida, son el camuflaje perfecto de los mimos de Dios.

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